Con “Trash” tengo la intención de diseccionar los miedos, frustraciones e ilusiones de varios miembros de una familia siempre ligados al difícil mundo de las relaciones sentimentales.
Parece que la actual generación de treinta añeros, estamos destinados al fracaso sentimental, y son varias las causas que podríamos señalar; el miedo al compromiso, el individualismo, el miedo a la soledad, la utilización de la pareja para alimentar nuestro ego, etc.
Solemos confundir el amor con otros sentimientos, habitualmente ligados a nuestras propias debilidades. Por ejemplo, es habitual que nos enamoremos de alguien que no nos corresponde, lo que nos puede provocar un gran sufrimiento, en cambio, suele suceder que cuando alguien se enamora de nosotros, perdemos el interés por esa persona. Una actitud totalmente ilógica que refleja que confundimos el amor con el ego. Necesitamos sentirnos queridos, pero no amamos realmente. Ansiamos aquello que sabemos que no podemos alcanzar, lo que nos provoca un estado de insatisfacción permanente.
Por estos y por otros motivos, en muchas ocasiones las relaciones sentimentales entran en absurdas espirales de violencia, rencores profundos y otros terremotos emocionales a los que, incomprensiblemente, los miembros de la pareja son incapaces de poner fin.
Los finales traumáticos en una relación dejan al descubierto todas esas heridas que llevamos dentro, pero, quizás estas crisis tienen alguna razón de ser y nos visitan cuando nuestra alma mas lo necesita.
Así nos obligan a enfrentarnos con nosotros mismos…